La mejora de su salud a menudo está relacionada con su sistema inmunitario. En caso de exista una respuesta inmunitaria deficiente, la persona podría enfermar con más frecuencia. Por otra parte, cuando el sistema inmunitario es demasiado agresivo o cuando ataca a los blancos equivocados, usted puede experimentar inflamación, alergias y enfermedades autoinmunitarias.

Si bien la inflamación es parte de una respuesta inmunitaria saludable, esta puede volverse excesiva y contribuir a una enfermedad crónica. Algunas investigaciones incluso indican que la inflamación excesiva es parte del proceso de envejecimiento.

Para mantener un equilibrio adecuado de la función inmunitaria, las investigaciones señalan que varios componentes pueden desempeñar un papel. Entre los ejemplos están las grasas omega 3 para ayudar a balancear las respuestas inflamatorias, la vitamina C como un antioxidante, y la vitamina D.

‌‌‌¿Qué es la vitamina D?

Desde su descubrimiento, la vitamina D ha sido reconocida como un importante factor en el metabolismo del calcio y en la salud de los huesos. Sin embargo, no fue hasta finales de la década de 1990 que los investigadores comenzaron a descubrir más de los efectos que ejerce sobre el sistema inmunitario.

La vitamina D, a menudo denominada la vitamina de la luz solar, de hecho ha recibido un nombre erróneo. En el cuerpo, la vitamina D es una prohormona. Si bien podemos obtener una cantidad moderada de vitamina D de los alimentos, la mayor parte de esta es producida por el sol y el colesterol en la piel. Esto crea el compuesto prohormona colecalciferol, el mismo compuesto usado en las cápsulas de vitamina D. El colecalciferol luego es convertido en una hormona, denominada como vitamina D activa, en el hígado y los riñones.

‌‌‌‌La vitamina D y la función inmunitaria

Las investigaciones en curso sobre la vitamina D iestán encontrando efectos más allá de los vinculados inicialmente a la salud de los huesos. La vitamina D es fundamental para la producción de glóbulos blancos de los compuestos antimicrobianos llamados catelicidinas. Estos compuestos, que se encuentran dentro de los glóbulos blancos, matan directamente a las bacterias, virus y hongos, ayudando a limpiar las infecciones.

Por otra parte, la vitamina D parece tener actividad infamatoria directa, que posiblemente ayuda a calmar las respuestas inmunitarias hiperactivas. En el cuerpo, la vitamina D actúa para reducir los receptores tipo Toll (TLR, por sus siglas en inglés). Estos receptores son una parte clave del proceso inflamatorio. Al reducir los TLR, la vitamina reduce varias moléculas de señalización de células inflamatorias.

Esta reducción parece tener efectos en la vida real, ya que un ensayo clínico en el que se combinó vitamina D con un tratamiento de antibióticos para la tuberculosis produjo una rápida disminución de la inflamación en comparación con los controles. La inflamación en la tuberculosis está relacionada con el índice de mortalidad, y los autores del estudio señalan que la vitamina D podría mejorar los resultados. Este mecanismo podría ser fundamental en otras infecciones ya que la repuesta inflamatoria demasiado agresiva a menudo es responsable del daño a los tejidos, que en casos extremos puede producir la muerte.

‌‌‌‌La vitamina D y las infecciones en las vías respiratorias

Los últimos datos acerca de la vitamina D y las infecciones en las vías respiratorias ofrecen algunas de las pruebas más sólidas hasta la fecha para los potenciales beneficios sobre la función inmunitaria. Un reciente metanálisis donde se evaluó las investigaciones hasta la fecha sobre los niveles de vitamina D y las infecciones agudas de las vías respiratorias altas (resfríos y gripe), muestra peores resultados en las personas que presentan deficiencia de dicha vitamina. 

Otro metanálisis reciente evaluó el uso de suplementos con vitamina D para limitar los resfríos y la gripe. Los autores llegaron a la conclusión de que la vitamina D podría reducir las infecciones en las vías respiratorias altas en 70 % en aquellas personas que presentaban las mayores deficiencias en la vitamina. Las personas que no presentaban tanta deficiencia incluso así vieron una reducción del 25 %. Asimismo, los autores mencionaron que la evidencia era de "alta calidad". Curiosamente, estos beneficios no se apreciaron cuando la vitamina D era administrada en grandes dosis de manera poco frecuente en comparación con una dosis diaria o semanal.

‌‌‌‌¿Puede tomar demasiada vitamina D?

Cuando use suplementos de vitamina D, es importante tener en cuenta que esta es liposoluble y puede acumularse en los tejidos. Por lo tanto, es posible consumir demasiado. Para saber si la personas necesita vitamina D, por lo general se necesita una evaluación.

Si bien hasta 2000 unidades internacionales (UI) por lo general se considera como seguro para los adultos, a menudo me he topado con pacientes que necesitaban dosis superiores para alcanzar niveles adecuados. A cualquier persona que desee usar suplementos, le recomiendo encarecidamente que se someta a evaluaciones para conocer los niveles iniciales y los cambios que se producen con el transcurso del tiempo. Los niveles en la sangre aumentan lentamente con el uso de suplementos, tomando de cuatro a seis meses para estabilizarse. Sobre la base de las investigaciones, no recomiendo tomar dosis superiores en un comienzo para tratar de elevar los niveles más rápidamente.

‌‌‌‌Conclusión

Las últimas investigaciones parecen indicar que la vitamina D podría ayudar a balancear algunos componentes relacionados a la función inmunitaria. Si bien se necesitan más investigaciones, sobre la base de los datos, las personas con afecciones inmunitarias podrían beneficiarse al solicitar una evaluación de sus niveles de vitamina D y tratar las deficiencias de manera adecuada. 

Referencias:

  1. Pawelec G, Goldeck D, Derhovanessian E. Inflammation, ageing and chronic disease. Curr Opin Immunol. 2014;29:23-28. doi:10.1016/j.coi.2014.03.007
  2. Chiang N, Serhan CN. Specialized pro-resolving mediator network: an update on production and actions. Essays Biochem. 2020;64(3):443-462. doi:10.1042/EBC20200018
  3. Berretta M, Quagliariello V, Maurea N, et al. Multiple effects of ascorbic acid against chronic diseases: Updated evidence from preclinical and clinical studies. Antioxidants (Basel). 2020;9(12):E1182. Published 2020 Nov 26. doi:10.3390/antiox9121182
  4. Wheeler BJ, Snoddy AME, Munns C, Simm P, Siafarikas A, Jefferies C. A brief history of nutritional rickets. Front Endocrinol (Lausanne). 2019;10:795. Published 2019 Nov 14. doi:10.3389/fendo.2019.00795
  5. Holick MF. Cancer, sunlight and vitamin D. J Clin Transl Endocrinol. 2014;1(4):179-186. Published 2014 Oct 5. doi:10.1016/j.jcte.2014.10.001
  6. Ascherio A, Munger KL, Simon KC. Vitamin D and multiple sclerosis. Lancet Neurol. 2010;9(6):599-612. doi:10.1016/S1474-4422(10)70086-7
  7. Islam MA, Khandker SS, Alam SS, Kotyla P, Hassan R. Vitamin D status in patients with systemic lupus erythematosus (SLE): A systematic review and meta-analysis. Autoimmun Rev. 2019;18(11):102392. doi:10.1016/j.autrev.2019.102392
  8. Hajjaj-Hassouni N, Mawani N, Allali F, et al. Evaluation of vitamin D status in rheumatoid arthritis and its association with disease activity across 15 countries: "The COMORA Study". Int J Rheumatol. 2017;2017:5491676. doi:10.1155/2017/5491676
  9. Abhimanyu, Coussens AK. The role of UV radiation and vitamin D in the seasonality and outcomes of infectious disease. Photochem Photobiol Sci. 2017;16(3):314-338. doi:10.1039/c6pp00355a
  10. Charoenngam N, Holick MF. Immunologic effects of vitamin D on human health and disease. Nutrients. 2020;12(7):2097. Published 2020 Jul 15. doi:10.3390/nu12072097
  11. Chung C, Silwal P, Kim I, Modlin RL, Jo EK. Vitamin D-cathelicidin axis: at the crossroads between protective immunity and pathological inflammation during infection. Immune Netw. 2020;20(2):e12. Published 2020 Feb 11. doi:10.4110/in.2020.20.e12
  12. Coussens AK, Wilkinson RJ, Hanifa Y, et al. Vitamin D accelerates resolution of inflammatory responses during tuberculosis treatment. Proc Natl Acad Sci U S A. 2012;109(38):15449-15454. doi:10.1073/pnas.1200072109
  13. Pham H, Rahman A, Majidi A, Waterhouse M, Neale RE. Acute respiratory tract infection and 25-Hydroxyvitamin D concentration: A systematic review and meta-analysis. Int J Environ Res Public Health. 2019;16(17):3020. Published 2019 Aug 21. doi:10.3390/ijerph16173020
  14. Martineau AR, Jolliffe DA, Greenberg L, et al. Vitamin D supplementation to prevent acute respiratory infections: individual participant data meta-analysis. Health Technol Assess. 2019;23(2):1-44. doi:10.3310/hta23020
  15. Bhimani S, Khalid H, Khalid M, Ochani RK. Vitamin D and COVID-19: Does a deficiency point towards an unfavorable outcome?. Int J Endocrinol Metab. 2020;18(3):e107669. Published 2020 Aug 25. doi:10.5812/ijem.107669
  16. De Smet D, De Smet K, Herroelen P, Gryspeerdt S, Martens GA. Serum 25(OH)D level on hospital admission associated with COVID-19 stage and mortality [published online ahead of print, 2020 Nov 25]. Am J Clin Pathol. 2020;aqaa252. doi:10.1093/ajcp/aqaa252
  17. Entrenas Castillo M, Entrenas Costa LM, Vaquero Barrios JM, et al. "Effect of calcifediol treatment and best available therapy versus best available therapy on intensive care unit admission and mortality among patients hospitalized for COVID-19: A pilot randomized clinical study". J Steroid Biochem Mol Biol. 2020;203:105751. doi:10.1016/j.jsbmb.2020.105751
  18. Murai IH, Fernandes AL, Sales LP, et al. Effect of vitamin D3 supplementation vs placebo on hospital length of stay in patients with severe COVID-19: A multicenter, double-blind, randomized controlled trial. medRxiv. 2020.11.16.20232397
  19. Manson JE, Bassuk SS, Buring JE; VITAL Research Group. Principal results of the VITamin D and OmegA-3 TriaL (VITAL) and updated meta-analyses of relevant vitamin D trials. J Steroid Biochem Mol Biol. 2020;198:105522. doi:10.1016/j.jsbmb.2019.105522
  20. Arnaout A, Robertson S, Pond GR, et al. Randomized window of opportunity trial evaluating high-dose vitamin D in breast cancer patients. Breast Cancer Res Treat. 2019;178(2):347-356. doi:10.1007/s10549-019-05392-9
  21. Yonaga H, Okada S, Akutsu T, Ohdaira H, Suzuki Y, Urashima M. Effect modification of vitamin D supplementation by histopathological characteristics on survival of patients with digestive tract cancer: Post hoc analysis of the AMATERASU randomized clinical trial. Nutrients. 2019;11(10):2547. Published 2019 Oct 22. doi:10.3390/nu11102547
  22. Chandrashekara S, Patted A. Role of vitamin D supplementation in improving disease activity in rheumatoid arthritis: An exploratory study. Int J Rheum Dis. 2017;20(7):825-831. doi:10.1111/1756-185X.12770
  23. Camu W, Lehert P, Pierrot-Deseilligny C, et al. Cholecalciferol in relapsing-remitting MS: A randomized clinical trial (CHOLINE) [published correction appears in Neurol Neuroimmunol Neuroinflamm. 2019 Nov 15;7(1):]. Neurol Neuroimmunol Neuroinflamm. 2019;6(5):e597. Published 2019 Aug 6. doi:10.1212/NXI.0000000000000597
  24. Lima GL, Paupitz J, Aikawa NE, Takayama L, Bonfa E, Pereira RM. Vitamin D supplementation in adolescents and young adults with juvenile systemic lupus erythematosus for improvement in disease activity and fatigue scores: A randomized, double-blind, placebo-controlled trial. Arthritis Care Res (Hoboken). 2016;68(1):91-98. doi:10.1002/acr.22621