La tiamina, la primera vitamina que se identificó, es una vitamina B que está presente en alimentos como los frutos secos, las carnes, los cereales integrales y las legumbres. También llamada vitamina B1, la tiamina es un nutriente esencial para el crecimiento y la función celular adecuados. La benfotiamina es una versión sintética, o derivada de laboratorio, de la tiamina. Los científicos están estudiando la benfotiamina para determinar si podría ser útil en condiciones en las que la carencia de B1 provoca o agudiza los síntomas de la enfermedad.

La tiamina es un micronutriente esencial que ayuda al cuerpo a producir proteínas y grasas y a metabolizar los hidratos de carbono. La vitamina B1 también ayuda al organismo a convertir la energía de los alimentos en combustible para los sistemas cardiovascular y nervioso, favoreciendo así el corazón, el cerebro y los nervios.

Aunque los niveles bajos de tiamina son poco comunes en los países desarrollados, su carencia puede relacionarse con afecciones de salud como la enfermedad de Alzheimer, la diabetes y la dependencia del alcohol. Ya que la benfotiamina es una forma liposoluble de tiamina, tiene mayores tasas de absorción en comparación con la forma soluble en agua, natural de vitamina B1. El aumento de la tasa de absorción de la benfotiamina podría ayudar a tratar las afecciones relacionadas con la carencia de tiamina, como la neuropatía diabética.

Beneficios de la benfotiamina para la salud

Con una mejor tasa de absorción que la tiamina natural, la benfotiamina podría tener varios beneficios para la salud del organismo.

1. La benfotiamina podría ayudar a mejorar la deficiencia de tiamina

Debido a su mayor biodisponibilidad, benfotiamina podría ayudar a disminuir los síntomas asociados a la carencia de vitamina B1.

Aunque es poco frecuente en las naciones industrializadas, como se ha señalado anteriormente, las personas con dependencia del alcohol, trastornos alimentarios, mala alimentación, acceso limitado a alimentos nutritivos, enfermedad renal o diarrea corren un mayor riesgo de desarrollar una carencia de tiamina. Las personas que han adelgazado o se han sometido a una operación de bypass gástrico, que están embarazadas o en período de lactancia, que padecen hipertiroidismo o VIH/SIDA, o que toman diuréticos o medicamentos que favorecen la pérdida de líquidos, también corren el riesgo de padecer una carencia de vitamina B1. Masticar frutos secos de betel/areca de forma habitual y consumir con frecuencia pescados o mariscos crudos también puede contribuir a la carencia de tiamina.

Entre los síntomas de la carencia de tiamina que podrían mejorar con los suplementos de benfotiamina se encuentran los siguientes:

  • Ataxia/escaso control motor
  • Confusión
  • Edema/hinchazón
  • Irritabilidad
  • Cambios de humor
  • Nistagmo/movimientos oculares incontrolados
  • Convulsiones
  • Pérdida de la memoria a corto plazo
  • Taquicardia/frecuencia cardíaca rápida

Si no se trata o si la carencia de tiamina es grave, se pueden producir complicaciones, como coma, insuficiencia cardíaca, daños nerviosos permanentes o psicosis Síntomas como la dificultad para respirar, la incapacidad para hablar y la parálisis ponen en peligro la vida y necesitan atención médica de urgencia.

Existen dos problemas de salud importantes que pueden derivarse de la carencia de tiamina: el síndrome de Wernicke-Korsakoff y el beriberi. El beriberi se debe a la acumulación de ácido pirúvico en la sangre. El ácido pirúvico es un subproducto de la incapacidad del organismo para convertir los alimentos en combustible debido a la falta de vitamina B1. Entre los síntomas del beriberi se encuentran la dificultad para respirar, la irregularidad de los movimientos oculares y de la función cardíaca, el dolor, los vómitos, la pérdida de sensibilidad y la disminución del estado de alerta.

El síndrome de Wernicke-Korsakoff comprende dos enfermedades distintas. La enfermedad de Wernicke puede evolucionar hacia el síndrome de Korsakoff si no se trata. La enfermedad de Wernicke se presenta con debilidad muscular, deterioro visual y mental debido a los efectos sobre el sistema nervioso. El síndrome de Korsakoff se presenta con un deterioro irreversible de la memoria y dificultades para aprender nueva información.

2. La benfotiamina podría ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades oculares crónicas

La evidencia muestra que la tiamina y otros nutrientes combinados podrían ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cataratas.

La neuropatía óptica se asocia a la carencia de tiamina Sus síntomas incluyen la pérdida de la percepción de la luz y la pérdida grave de la visión. La administración de suplementos de benfotiamina podría ayudar a mejorar los síntomas de la neuropatía óptica más rápidamente que los suplementos de tiamina debido al aumento de la tasa de absorción de la benfotiamina.

La uveítis, que es la inflamación del tejido situado debajo de la superficie externa del globo ocular, es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo. Unos investigadores de la rama médica de la Universidad de Texas publicaron los resultados de un estudio que realizaron en el que demostraron resultados notables con la benfotiamina en el tratamiento de la uveítis. Estos investigadores descubrieron que las ratas de laboratorio a las que se les inyectaban toxinas bacterianas que suelen producir una reacción similar a la uveítis no desarrollaban ningún síntoma del trastorno cuando se las alimentaba con benfotiamina.

“La benfotiamina suprime considerablemente esta enfermedad ocular y los marcadores bioquímicos que asociamos a ella”; afirmó Kota Ramana, profesor asociado de la UTMB y autor principal del estudio. “Somos optimistas de que la sola administración de un suplemento de vitamina B1 tiene un gran potencial como nueva terapia para esta enfermedad ocular generalizada”.

3. La benfotiamina podría ayudar a mejorar los síntomas de la diabetes

Muchos diabéticos presentan un déficit de tiamina, un cofactor importante en el metabolismo de los hidratos de carbono.

La carencia de tiamina puede provocar estrés oxidativo, inflamación y disfunción del revestimiento endotelial o del revestimiento de la pared interna de los vasos sanguíneos, lo que hace que se estrechen o contraigan. El estrés oxidativo es el desequilibrio entre los radicales libres que producen daños en los tejidos y los antioxidantes que defienden o reparan los daños producidos por los radicales libres.

La administración de suplementos de benfotiamina puede ayudar a evitar subproductos nocivos del metabolismo de la glucosa. Los suplementos de esta vitamina B liposoluble también pueden reducir el estrés oxidativo y mejorar la función endotelial.

En caso de carencia de tiamina, la glucosa se metaboliza de forma distinta. Esta vía alternativa del metabolismo de los carbohidratos puede provocar daños vasculares. Los suplementos de benfotiamina pueden ayudar a reducir o prevenir la necesidad de este proceso metabólico alternativo, con lo que se reduce el riesgo de que las personas diabéticas sufran daños vasculares.

4. La benfotiamina podría ayudar al tratamiento de la enfermedad de Alzheimer

Tanto los niveles de tiamina como la actividad relacionada con las enzimas dependientes de la tiamina se reducen en los tejidos y el cerebro de quienes padecen la enfermedad de Alzheimer.

En los ensayos clínicos se ha demostrado que hay una mejora en la función cognitiva de los pacientes con Alzheimer que toman suplementos orales de tiamina. Debido a la escasa absorción de la tiamina en la población de edad avanzada, los suplementos de benfotiamina podrían ser una opción alternativa, sobre todo teniendo en cuenta que se absorbe mejor que su homóloga hidrosoluble.

A pesar de que el cerebro humano representa solamente el 2 por ciento del peso corporal, utiliza alrededor del 20 por ciento del total de la glucosa corporal. La tiamina desempeña un papel fundamental en el metabolismo de la glucosa. Se ha demostrado que es posible que los pacientes con Alzheimer presenten una reducción de la utilización de la glucosa hasta 30 años antes de que comiencen los síntomas de la demencia.

Un ensayo clínico de poca envergadura realizado en el Instituto Neurológico Burke concluyó que la benfotiamina es segura y podría ser eficaz para mejorar los resultados cognitivos de los enfermos de Alzheimer leve. La benfotiamina aumenta los niveles de vitamina B1, lo que mejora la utilización de glucosa en el cerebro.

Al aumentar la utilización de la glucosa con la benfotiamina, es posible que podamos frenar o detener el deterioro de la memoria o la demencia en los pacientes afectados por la enfermedad de Alzheimer.

5. La benfotiamina podría ayudar al tratamiento de las enfermedades renales

La excreción urinaria de albúmina (EAU) se utilizó como marcador de la función renal en un estudio centrado en pacientes diabéticos con disfunción renal. El estudio descubrió que la EAU disminuía en los pacientes que recibieron tratamiento con tiamina, en comparación con ninguna disminución considerable en los pacientes que recibieron placebo.

Otro estudio analizó cómo la glucosa y sus metabolitos pueden causar daños en el peritoneo y contribuir al deterioro del riñón remanente, y examinó los efectos de la administración de suplementos de benfotiamina en pacientes que recibían diálisis peritoneal. En el estudio se comprobó que la benfotiamina disminuía los daños tisulares inducidos por la glucosa. En este estudio se utilizaron ratas en diálisis peritoneal. También se observó una disminución de la fibrosis peritoneal, de los marcadores de inflamación y de la neovascularización o desarrollo de nuevos vasos sanguíneos. En conjunto, todo esto permitió mejorar el transporte peritoneal.

Además, las ratas tratadas con benfotiamina demostraron mayores niveles de subproductos nocivos del metabolismo de la glucosa, un menor daño glomerular y menos albuminuria. Cada uno de estos hallazgos es un indicador positivo de mejora de la función renal y sugiere que la benfotiamina protege la membrana peritoneal y el riñón remanente en un modelo de ratas de diálisis peritoneal.

Dosis y efectos secundarios de la benfotiamina

La benfotiamina parece ser segura y sus efectos secundarios son poco frecuentes. Sin embargo, existen algunos posibles efectos secundarios. Entre ellos se encuentran las erupciones cutáneas, las náuseas y el malestar estomacal.

Una dosis normal de benfotiamina oscila entre 150 y 600 mg diarios por vía oral durante un máximo de 6 meses en el caso de los adultos.

Benfotiamina: el panorama general

La benfotiamina, una forma liposoluble de tiamina o vitamina B1, resulta prometedora como forma de más fácil absorción de este micronutriente tan importante.

Los investigadores han descubierto que la benfotiamina puede ayudar en una serie de afecciones, como la enfermedad de Alzheimer, la diabetes, las enfermedades renales y las enfermedades oculares crónicas.

Dado que la tiamina desempeña varias funciones esenciales en la fisiología humana, una forma más biodisponible de la misma puede ser indispensable para su salud y bienestar.

La carencia de tiamina es poco frecuente en los países industrializados, pero algunas situaciones como los trastornos alimentarios, el alcoholismo, el embarazo y la cirugía de bypass gástrico pueden suponer un riesgo. Además, las personas que toman medicamentos diuréticos corren un mayor riesgo de sufrir una carencia de tiamina. Si se produce una carencia de tiamina, la benfotiamina, una forma de más fácil absorción debido a su naturaleza liposoluble, podría ayudar a aliviar los síntomas de dicha carencia, tales como taquicardia, convulsiones, cambios de humor, disfunción motora, etc.

Consulte siempre a un profesional de la salud antes de tomar benfotiamina o cualquier otro suplemento nutricional.

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