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Por Dra. Nicole Craven, doctora en medicina
Las bayas de saúco son frutos de color púrpura oscuro del árbol Sambucus, también llamado comúnmente “saúco”. Estas bayas se han utilizado durante miles de años para ayudar a la curación de infecciones de las vías respiratorias superiores virales como la gripe. El padre de la medicina, Hipócrates, se refirió al árbol de saúco como su "botiquín".
En el folclor y la historia, el saúco era mucho más que un árbol frutal. En el norte de Europa, una antigua tradición celta era venerar los árboles de saúco, apreciados como regalos de la diosa “Madre Mayor” que se creía que residía en el interior de la planta En Escocia e Irlanda, se creía que las plantas protegían los bosques y a las personas que los cuidaban. Se plantaron a lo largo del norte de Europa para proteger la tierra, los jardines, las granjas y los hogares.
Dando un salto de varios siglos hasta nuestro mundo actual: esta planta abundante está presente en la mayoría de los países del mundo, si no en todos, y sigue siendo una planta que se utiliza por sus propiedades medicinales. Se puede ver que crece de forma silvestre en zonas aisladas como en las zanjas de las carreteras o cerca de grandes barreras de cemento.
Las flores y bayas de saúco se utilizan en todo el mundo para ayudar a aliviar las molestias de los síntomas del resfriado y la tos y para reforzar el sistema inmunológico.
Aunque las bayas lucen deliciosamente dulces y jugosas en el árbol, no son sabrosas para comerlas directamente de la planta. En algunos casos, si no se les permite madurar, pueden ser venenosas. Cocinar las bayas de saúco elimina cualquier propiedad tóxica, lo que las hace comestible.
Cuando se calientan, estas bayas semidulces se vuelven medicinales. No solo son ricas en antioxidantes como la vitamina C sino que también tienen propiedades antimicrobianas que estimulan la salud inmunológica La característica más importante de la planta es la presencia de compuestos que bloquean de forma física los virus respiratorios para que no invadan nuestras células.
Existen pruebas sustanciales que demuestran la actividad viral antigripal directa del saúco El saúco bloquea el receptor presente en nuestras células que el virus de la gripe utiliza para adherirse y atacar. Las investigaciones en animales revelan que es más probable que las bayas de saúco sean más eficaces en la prevención y en la infección temprana de los virus respiratorios. Por esta razón, las familias de mentalidad holística suelen empezar a tomar suplementos de bayas de saúco todos los días a principios del otoño para prevenir la gripe y otras enfermedades respiratorias virales.
Contra la cepa de gripe H1N1, el jarabe de bayas de saúco muestra una eficacia comparable a la del Tamiflu. Como antioxidante, ayuda a recolectar y eliminar los restos de las partículas virales que penetran en nuestras células y provocan disfunciones. Estos restos también se llaman radicales libres y pueden producir síntomas como fiebre, tos y dolores.
El Instituto de Medicina Funcional (IFM, por sus siglas en inglés) respalda el uso de suplementos de bayas de saúco para la prevención de los virus respiratorios en esta temporada y el apoyo respiratorio e inmunológico durante la infección temprana. El IFM ha proporcionado una guía detallada y práctica de las terapias naturales contra los virus respiratorios, que incluye las propiedades protectoras, los usos, la seguridad y las dosis de las bayas de saúco.
Algunos profesionales médicos han expresado sus dudas sobre el uso de las bayas de saúco durante las infecciones virales más graves de los pulmones debido a la posibilidad de empeorar los síntomas al incitar un proceso inflamatorio llamado “tormenta de citoquinas”. Las citoquinas son moléculas inflamatorias que se liberan para ayudar al cuerpo a combatir un invasor extraño, pero cuando se liberan rápidamente este “patrón de tormenta” puede provocar un empeoramiento de los síntomas respiratorios y posiblemente una dificultad respiratoria.
Un solo estudio sobre las bayas de saúco preparadas comercialmente, que pueden haberse contaminado, mostró un posible riesgo de inducir una tormenta de citoquinas. Sin embargo, otros estudios sobre suplementos de bayas de saúco preparados de forma adecuada revelaron beneficios antivirales y no hay pruebas de que induzcan este proceso. El IFM afirma que “estos datos indican que es muy poco probable que el consumo de productos de bayas de saúco preparados adecuadamente (a partir de bayas o flores) contribuya a un resultado adverso relacionado con la sobreproducción de citoquinas”.
Las bayas de saúco para la prevención de enfermedades similares a la gripe se toman a diario cuando la gripe es frecuente. Sirven para complementar el efecto antigripal de la vitamina D3. En el caso de las poblaciones de mayor riesgo que tienen más probabilidades de sufrir complicaciones por enfermedades similares a la gripe (como las que padecen asma, alergia u otras enfermedades autoinmunes y respiratorias), es probable que tomar jarabe de bayas de saúco durante toda la temporada de gripe como medida preventiva aumente la fuerza inmunológica. Debido al alto perfil de seguridad de la hierba, los niños y adultos sanos pueden tomarla para mantenerse bien durante el otoño y el invierno, cuando diversos virus similares a la gripe pueden suponer una amenaza.
En el mercado existen muchos productos de bayas de saúco, pero las formulaciones más comunes son jarabes o cápsulas. Para los niños más pequeños y las personas que no consumen píldoras, el líquido es una buena opción; sin embargo, hay que tener cuidado porque muchos productos tienen un alto contenido de azúcar. El azúcar es un alimento muy inflamatorio y disminuirá la fuerza inmunológica, lo que se contrapone al resultado de salud deseado al consumir bayas de saúco.
Los niños de tan solo 6 meses de edad pueden ingerir bayas de saúco en forma líquida y con bajo contenido de azúcar, aunque algunas personas han utilizado el producto en niños más pequeños. Algunos productos utilizan la miel natural como azúcar añadida para obtener un beneficio antialérgico. Sin embargo, la Academia Estadounidense de Pediatría aconseja evitar la miel en niños menores de un año.
Lo ideal es que las bayas de saúco sean un líquido concentrado con 2 gramos de azúcar por porción o menos. Todos los productos de bayas de saúco deben ser orgánicos para evitar los pesticidas. Las bayas de saúco de mejor calidad son las silvestres. Las bayas de saúco silvestres crecen en la naturaleza sin intervención humana antes de su cosecha y se recolectan con cuidado en la mejor fase de crecimiento, optimizando la luz solar y eliminando únicamente un pequeño porcentaje de la planta. Con estas condiciones de poco estrés, es probable que las bayas de cosecha silvestre sean más densas en nutrientes, ricas en antioxidantes y vigorosamente curativas desde el punto de vista energético.
La dosis de bayas de saúco para niños mayores y adultos con enfermedades virales activas pueden llegar a ser de hasta dos cápsulas cuatro veces al día, dependiendo del producto y la concentración. Para los niños menores de 4 años de edad, una dosis normal de líquido durante una enfermedad sintomática es de 1 cucharadita cuatro veces al día y, para los niños mayores y los adultos, es de 2 cucharaditas cuatro veces al día.
En caso de tomar una dosis preventiva, las bayas de saúco se consumen normalmente todos los días a razón de una o dos cucharaditas o una cápsula, también en función de la concentración del producto. El IFM recomienda una dosis estándar para adultos de 500 mg diarios por vía oral (del estándar de USP del 17 % de antocianósidos), así que se debe tomar el número de cápsulas o cucharaditas que corresponda a esta dosis.
Este es el momento de abastecer su alacena con un régimen de refuerzo inmunológico para el otoño, así que no olvide los beneficios antivirales de los suplementos de bayas de saúco para usted y su familia.
Referencias:
