Dra. Taz Bhatia

Muchos de nosotros tenemos los síntomas familiares de la intolerancia a la histamina como son la comezón en la lengua, el flujo nasal y los ojos llorosos.  La reacción clásica es tomar un Benadryl o un antihistamínico sin receta para obtener un alivio inmediato. Lamentablemente, esto es con frecuencia una solución breve y temporal.

¿Qué son las histaminas?

Las histaminas son neurotransmisores, o más específicamente, aminas, que son elementos químicos del cuerpo que se comunican con el cerebro y con el intestino.  La mayoría de la histamina se produce en el intestino y la regulan las bacterias intestinales.  Es dividida por la enzima diamino oxidasa o DAO, que elimina la histamina del cuerpo. Para muchas personas, una deficiencia de esta enzima conduce a una intolerancia a la histamina.  

Muchos alimentos contienen también altas cantidades de histamina. Por ejemplo los plátanos, los aguacates o las berenjenas.  La mayoría de las personas pueden eliminar la histamina del cuerpo y evitar los síntomas de la intolerancia o la alergia a la histamina.  Para muchos otros, los síntomas pueden ser más sutiles que los clásicos síntomas de las alergias. En cambio, puede ser la causa de migrañas, dolor abdominal, diarrea, enrojecimiento facial, irritabilidad, congestión o simplemente un sistema inmunitario general más débil.  En los niños, los síntomas pueden incluir falta de atención, ansiedad e impulsividad.

Cómo difiere la intolerancia a la histamina de las alergias

Con la intolerancia a la histamina, frecuentemente no hay una reacción inmediata como con una alergia; en cambio, es una acumulación lenta o una presentación gradual de los síntomas. Esto puede ser confuso y difícil para la persona que intenta identificar la raíz de este malestar.

Afortunadamente, hay una forma de minimizar la intolerancia a la histamina y mejorar tu salud general.   El primer paso es limitar los alimentos altos en histaminas.  Disminuir el consumo diario de alcohol, especialmente el vino y la cerveza que son fermentados, mejorará tu respuesta a la histamina.  Evitar los plátanos, las berenjenas y los aguacates al menos 4-6 semanas también puede ayudar con los síntomas de la intolerancia a la histamina. Además, reducir la ingesta de alimentos fermentados, incluyendo la kombucha, el chucrut y el kéfir podría mejorar realmente la intolerancia a la histamina..

¿Puede la salud intestinal ayudar con la intolerancia a la histamina?

Mejorar la salud intestinal es un paso esencial para disminuir la intolerancia a la histamina.  Los probióticos con lactobacilos y bifidobacterias pueden ayudar a reducir la cantidad de candidiasis o de levadura en el intestino, equilibrando los niveles de histamina.  Hierbas como la berberina o el aceite de orégano ayudan a combatir la candidiasis, mejorando indirectamente los niveles de histamina.

Incrementar grasas saludables como el aceite de oliva o el aceite de coco podría mejorar los síntomas de la intolerancia a la histamina, puesto que la grasa estabiliza el equilibrio de las bacterias intestinales. Las enzimas que contienen hiel de toro y lipasa ayudan a absorber poca grasa, ayudando también a mantener las bacterias intestinales en control y equilibrio.

Antiinflamatorios naturales

Por último, los antihistamínicos y los antiinflamatorios también pueden ayudar con la intolerancia a la histamina. La quercetina, que se encuentra de forma natural en las manzanas, o la cúrcuma, una especia muy conocida, pueden servir ambas para disminuir la respuesta a la histamina y mejorar la inflamación. Añadirlas a nuestro régimen diario, junto con probióticos, puede mejorar gradualmente la intolerancia a la histamina, permitiendo más variedad alimentaria.

Es importante recordar que la intolerancia a la histamina puede curarse lentamente, al contrario que una respuesta alérgica a la histamina que a menudo se contiene rápidamente usando antihistamínicos o epinefrina.  Reconoce los síntomas de la intolerancia a la histamina y equípate con una estrategia para mejorarla usando la comida, complementos y la modificación de tu estilo de vida.

Referencias:

  1. http://ajcn.nutrition.org/content/85/5/1185.long