En 1513, el explorador español Juan Ponce de León y sus compañeros conquistadores desembarcaron en lo que ahora conocemos como Florida. La leyenda cuenta que él y su tripulación buscaban la legendaria "fuente de la juventud". Desde luego, nunca la encontraron, pero varios siglos después, muchos siguen buscando una solución mágica para la eterna juventud. Y aunque es imposible retroceder en el tiempo, los científicos han descubierto más sobre la ralentización de los efectos del envejecimiento. 


El envejecimiento es un proceso natural que todo ser vivo experimenta, desde el momento en que nacemos, nuestras células entran en el proceso de vida y muerte. A pesar de esta realidad, la ley de autoconservación nos motiva a muchos de nosotros a tratar de ralentizar el proceso. Ante todo, los pacientes que se enfrentan a los efectos del envejecimiento me han preguntado por qué tenemos que envejecer. Incluso entre los científicos, los motivos no se comprenden completamente; sin embargo, se han propuesto varias teorías y los estudios son numerosos. 


La esperanza es que una vez que entendamos por qué envejecemos, tal vez podamos retrasar el proceso y al mismo tiempo reducir la probabilidad de desarrollar dolencias relacionadas con la edad como la artritis, las enfermedades cardíacas, la pérdida de memoria e incluso las canas.

Las tres principales teorías del envejecimiento


La teoría programada:  esta teoría propone que las células tienen una vida limitada y que las hormonas y el sistema inmunológico disminuyen con el tiempo, lo cual produce envejecimiento, deterioro e infecciones.


Teorías bioquímica y de error sobre el envejecimiento: incluye las teorías de los radicales libres, del desgaste y de los enlaces cruzados, que postulan que los factores estresantes del medio ambiente y del estilo de vida acumulan daños en el cuerpo humano. El resultado es el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades crónicas. Por lo tanto, reducir el daño oxidativo y asegurar el bienestar mitocondrial podría ayudar a retrasar el proceso.


Teoría genética del envejecimiento: sugiere que nuestros genes están preprogramados para morir. Los extremos de nuestros cromosomas contienen “tapas” de telómeros, que se acortan a medida que las células se dividen, un proceso normal a medida que envejecemos. Ralentizar el acortamiento de los telómeros y activar los genes que promueven la juventud es el objetivo de los científicos que estudian el antienvejecimiento. 

Hábitos de estilo de vida que ayudan a alargar la expectativa de vida

Mientras seguimos estudiando esta área, sabemos que la trayectoria de envejecimiento puede alterarse realizando algunos cambios en el estilo de vida. Estos cambios en la alimentación y en el estilo de vida pueden activar potencialmente los genes que preservan la vida y al mismo tiempo desactivar los genes que causan enfermedades y provocan el envejecimiento,  una idea que se conoce como epigenética. 


Nuestros genes heredados no determinan completamente nuestro destino genético.  El ejercicio habitual junto con una alimentación equilibrada rica en vitaminas, minerales, verduras de hoja verde, frutos secos, semillas, y alimentos cultivados también son importantes para aumentar la resistencia a las enfermedades y alargar la expectativa de vida.  También se ha demostrado que hay otros comportamientos que ayudan:

Restricción calórica

Los estudios indican que la reducción de la ingesta calórica en un 30 por ciento tiene propiedades que alargan la vida. Aunque para muchos es difícil, consumir una dieta baja en azúcar que contenga un mínimo de alimentos procesados y carbohidratos simples puede facilitar el consumo de menos calorías. El ayuno intermitente puede resultar útil. El simple hecho de pasar de tres comidas diarias a dos puede resultar en una reducción del 33 por ciento de las calorías.  

Evitar el tabaco 

El consumo de tabaco es la principal causa de envejecimiento prematuro autoinfligido, enfermedades cardíacas y muerte en todo el mundo. Su consumo provoca más de 7 millones de muertes prematuras al año en todo el mundo. Con frecuencia les digo a mis pacientes que el consumo de tabaco acelera el paso de la vida.


Muchas personas también toman los siguientes suplementos para ayudar a reducir el proceso de envejecimiento, los síntomas de las enfermedades crónicas y la aparición física del envejecimiento.

Colágeno

Los músculos, los huesos, la piel y los tendones se componen principalmente de colágeno, el tipo de proteína más abundante en el cuerpo humano. Elcolágeno representa entre el 30 y el 35 por ciento de todas las proteínas del cuerpo humano, creando tejido conectivo, estabilizando nuestra piel y permitiendo el movimiento y la flexibilidad de las articulaciones. 


A medida que envejecemos, producimos menos colágeno. Esto junto con los factores estresantes de la vida y el daño oxidativo produce arrugas. Tomar colágeno podría servir de ayuda. Un estudio de 2008 concluyó que el péptido de colágeno (proteína) es beneficioso como suplemento dietético para suprimir el daño de la piel inducido por los rayos UV-B y el envejecimiento relacionado con el sol. Posteriormente, un estudio de 2015 publicado en la revista Journal of Cosmetic Dermatology reveló resultados similares con la administración de suplementos de colágeno por vía oral. Los investigadores concluyeron: “el suplemento oral con péptidos de colágeno es eficaz para mejorar las características del envejecimiento de la piel”. 

Un estudio realizado en 2014 concluyó que los suplementos de colágeno mejoraban la hidratación y la elasticidad de la piel. Ese mismo año, otro estudio hizo que los sujetos de prueba tomaran una combinación de colágeno (3 mg/día) y astaxantina (2 mg/día) contra un placebo. Los que tomaron los suplementos mejoraron la elasticidad de la piel y la protección de la barrera. 

Por estos motivos, considero que el colágeno es un suplemento antienvejecimiento. El colágeno está disponible en forma de cápsulas, en polvo y como un suero tópico que se puede aplicar directamente en la piel.

Coenzima Q10

La coenzima Q10 (CoQ10), también conocida como ubiquinona, es un antioxidante natural necesario para toda la vida. La coenzima Q10 es necesaria para que nuestras células generen energía, en forma de una molécula llamada ATP.  La creación de energía se realiza en parte gracias a las mitocondrias, plantas de energía celular que generan toda la energía del cuerpo. 


A medida que envejecemos, los niveles sanguíneos y celulares de CoQ10 disminuyen. Esto se debe principalmente a la reducción de la producción y la reducción de la absorción de los alimentos por parte de nuestro tracto intestinal.  


El deterioro cognitivo y la demencia son cada vez más frecuentes a medida que la población mundial envejece, lo que causa grandes dificultades tanto a la persona afectada como a las personas que la cuidan. Los estudios han demostrado que la reducción de los niveles de CoQ10 en la sangre aumenta el riesgo de desarrollar demencia y la enfermedad de Alzheimer.


Un estudio realizado en 2015 reveló que la CoQ10 en dosis de 100 mg tres veces al día podría ayudar a frenar el declive cognitivo en las personas con enfermedad de Parkinson. Otros estudios indican que la CoQ10 desempeña un papel importante en ayudar a mejorar las funciones y la memoria de las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer.  


La coenzima Q10 previene afecciones comunes relacionadas con la edad como la degeneración macular de los ojos. Desde el punto de vista estético, las arrugas faciales pueden reducirse con la aplicación tópica de la CoQ10.


Disponible en cápsulas y formulaciones tópicas. Se recomienda una dosis oral de 100 a 300 mg al día.

Ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos omega 3, también conocidos como ácidos grasos poliinsaturados o PUFA, desempeñan un papel importante en la salud humana. Se cree que aportan numerosos beneficios al corazón, al cerebro y a las articulaciones.  Los omega 3 también ayudan a reducir la inflamación que se observa con frecuencia en las poblaciones de edad avanzada. Un estudio de 2014 publicado en la revista Nutrition Journal demostró que la mayoría de las personas no consumen suficientes ácidos grasos esenciales en su alimentación, lo que puede provocar problemas de salud relacionados normalmente con el envejecimiento.  


Un estudio de 2017 reveló que los ácidos grasos omega 3 produjeron una mejora notable de la función vascular y una disminución de la presión sanguínea. Un estudio del mismo año publicado en la revista Future Science demostró que los aceites de pescado omega 3 pueden reducir la inflamación que provoca enfermedades cardíacas. Otro estudio de 2017 sobre la aterosclerosis reveló que unos mayores niveles de omega 3 en la sangre podrían reducir en un 30 por ciento la muerte causada por enfermedades cardíacas, la principal causa de muerte en todo el mundo.  


Los ácidos grasos omega 3 se pueden encontrar en diversas fuentes alimenticias, como el pescado (la caballa, el bacalao y el salmón están entre las más ricas), las nueces, las semillas de chía, las semillas de linaza, lassemillas de cáñamo, el aguacate y el natto. Además de la alimentación, estos nutrientes importantes pueden tomarse en cápsulas o en formulaciones líquidas.  La dosis recomendada oscila entre 1000 mg y 4000 mg diarios. 

Resveratrol

Según algunos científicos, el resveratrol puede ser un compuesto que preserva la vida. Algunos estudios revelan que tiene la capacidad de ayudar a prevenir las cataratas relacionadas con la edad, las enfermedades vasculares, los trastornos cerebrales como la demencia y otras enfermedades crónicas. El resveratrol también puede ayudar a aumentar la expectativa de vida debido a un efecto en los telómeros según un estudio de 2018 publicado en la revista Biofactors. 


Algunas de las fuentes  alimenticias de resveratrol son:

  • Vino tinto
  • Arándanos azules
  • Arándanos agrios
  • Uvas
  • Cacahuates y pistachos
  • Chocolate negro

Los científicos también han descubierto algunos comportamientos de estilo de vida que ayudan a preservar los telómeros, las puntas de nuestro ADN, del acortamiento. Estos incluyen el ejercicio habitual (al menos 30 minutos de ejercicio moderado cinco veces a la semana) y la reducción de la ingesta de alimentos en un 30 por ciento, lo que puede alargar la expectativa de vida.


El resveratrol suplementario también tiene un efecto similar en nuestro ADN, según estudios científicos. El resveratrol activa los genes SIRT1 y SIRT2, que producen las proteínas que se encargan de alargar la expectativa de vida.


La búsqueda en la literatura científica muestra más de 300 estudios sobre el resveratrol y la enfermedad de Alzheimer. El Dr. Dale Bredesen de la UCLA incluye el resveratrol en su novedoso programa de tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.   


Un estudio realizado en 2018 sobre los efectos del resveratrol en los riñones de los ratones arrojó algunos resultados prometedores y demostró que cuando se administró, los efectos patológicos que se observaban en un riñón envejecido disminuyeron.   


Asimismo, otro estudio de 2018 reveló que el resveratrol retrasa el envejecimiento de las conexiones músculo-nerviales y las fibras musculares. 


El resveratrol se presenta principalmente en una formulación de cápsulas. 

Extracto de corteza de pino (picnogenol)

El extracto de corteza de pino, o picnogenol, es un potente antioxidante que fue utilizado en un principio por los pueblos indígenas de América del Norte y Asia como hierba medicinal. El expedicionario francés Jacques Cartier, que “reclamó”  Canadá para Francia, utilizó al parecer el extracto de corteza de pino en 1535 durante su expedición como tratamiento del escorbuto, una afección causada por niveles insuficientes de ingesta de vitamina C 


Los antioxidantes son sustancias que protegen los tejidos y los órganos contra los radicales libres nocivos, un mecanismo de oxidación que provoca el envejecimiento. Un estudio publicado en la revista Ophthalmic Research demostró que la potencia antioxidante del picnogenol era más intensa que la de la vitamina C, la vitamina E, el ácido alfalipoico y la coenzima Q10.


Se ha demostrado que el picnogenol ayuda a prevenir las cataratas, a optimizar la salud del corazón, a reducir la presión sanguínea, a mejorar la memoria y a ayudar a reducir el dolor relacionado con la artritis. Todas estas afecciones son cada vez más comunes a medida que envejecemos. 


Otro beneficio del extracto de corteza de pino es que aparentemente ayuda a proteger la piel. Su gran poder antioxidante puede ayudar a proteger la piel contra el daño de la luz solar ultravioleta e incluso puede aplicarse de manera tópica en el rostro. Sus propiedades antioxidantes también ayudan a proteger el colágeno y el tejido elástico del daño oxidativo, la causa principal del envejecimiento de la piel.  


El extracto de corteza de pino está disponible tanto en cápsulas como en fórmulas tópicas.

Cúrcuma

La cúrcuma, también conocida como Curcuma longa o azafrán indio, es una planta de raíz de la familia del jengibre, que se suele consumir por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y de salud digestiva. Se cree que la curcumina,  la principal molécula que se encuentra en la cúrcuma, aporta numerosos beneficios para la salud. Si bien muchas personas han usado la cúrcuma como especia para mejorar sus alimentos durante los últimos 4000 años, la cúrcuma también ha desempeñado un papel importante en la medicina y el antienvejecimiento. 


La cúrcuma puede ayudar a prevenir la oxidación, que muchos creen que es la principal causa del proceso de envejecimiento, según un informe de 2016 publicado en la revista Diseases. Un estudio de 2017 publicado en la revista Neural Regeneration 

Research demostró que la cúrcuma ayuda a proteger las conexiones nerviosas del cerebro de la inflamación y el daño oxidativo, ambos procesos comunes del envejecimiento. 


La pérdida de memoria es también un mal común que muchos enfrentan al madurar. La cúrcuma puede resultar útil. Un estudio científico demostró que la cúrcuma podría desempeñar un papel importante en la disminución de la acumulación de placa amiloide en el cerebro. Se cree que la placa es la causa de la enfermedad de Alzheimer. Un  

estudio de 2017 publicado en el Journal of Alzheimer's Disease concluyó que la cúrcuma también podría desempeñar un papel importante en la prevención de la pérdida de memoria. Quienes deseen mantener su cerebro más joven deberían considerar la posibilidad de añadir cúrcuma a su régimen de suplementos. 


La cúrcuma está disponible en cápsulas, polvo, té y como especia para alimentos. 

Vitamina C

La vitamina C también se denomina ácido ascórbico o ascorbato. Ha sido una de las vitaminas más investigadas en los últimos 50 años. Se han realizado más de 53 000 estudios sobre la vitamina C desde 1968. Las investigaciones indican que la vitamina C ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, así como a mejorar la salud cardiovascular, cerebral y de la piel contra el envejecimiento. 

Síntomas de la deficiencia de vitamina C

  • Hematomas
  • Fatiga y depresión
  • Sangrado de encías
  • Dolores articulares, musculares y óseos

La ingesta de vitamina C puede ayudar a prevenir las cataratas, una afección común a partir de los 60 años.


La vitamina C desempeña un papel importante en la producción de colágeno. El colágeno también es importante para mantener los dientes firmemente adheridos dentro de las encías. Debido a que el tabaquismo reduce los niveles de vitamina C en la sangre, la pérdida de dientes es común entre los fumadores. 

Cómo maximizar los beneficios antioxidantes de la vitamina C

Consumir una dieta rica en vitamina C ayuda a optimizar sus beneficios antioxidantes. El consumo de una dieta rica en vitamina C también tiene muchos beneficios para la piel y antienvejecimiento. Según un estudio realizado en 2018,  en el que se utilizó vitamina C como suplemento junto con un suplemento de proteína de colágeno,  los resultados revelaron una mejora significativa en la salud de la piel después de tan solo 12 semanas.  


Además, la aplicación de la vitamina C tópica directamente en el rostro y otras partes del cuerpo es útil para proteger la piel contra los daños solares, según los estudios. La vitamina C se encuentra disponible como suplemento oral, en polvo y en formulaciones tópicas para la piel.

Aceites esenciales antienvejecimiento

Algunosaceites esenciales también se utilizan con frecuencia debido a sus supuestas propiedades antienvejecimiento, antiarrugas y embellecedoras de la piel. Algunos de los más usados son incienso, jojoba, lavanda, aceite de semilla de granada yrosa mosqueta. Se aplican de forma tópica. Sin embargo, se debe aplicar primero en el área no facial para garantizar que no se produzca irritación local. 


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